1 DE DICIEMBRE: DÍA DEL EDUCADOR PANAMEÑO

Mi profesión es mi vocación, mi pasión y mi compromiso: Estas deberían ser las premisas principales de toda persona que se dedique a la labor docente;  labor que va más allá de enseñar o transmitir conocimientos y que se enfoca en la formación integral de individuos que serán parte de las futuras generaciones de profesionales al servicio de los pueblos y naciones.


Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de formación integral? Según el pedagogo católico, español padre Ruiz Amado “la formación integral es la formación consciente de las nuevas generaciones, conforme a la cultura y al ideal de cada pueblo y época,” formación mediante la cual se persigue la elevación del niño al hombre, esto es: al carácter –Educación moral–, al talento –Educación intelectual–, a la virilidad –Educación física–”,  a la sociabilidad –Educación social–y a la trascendencia –Educación religiosa.
Ahora bien, ¿Quiénes participan en la formación integral de los individuos? En primera instancia y como sabemos, está la formación en el hogar, donde es responsabilidad de los padres inculcarles valores y principios morales a sus hijos.  En segunda instancia y de manera paralela a la educación recibida en el hogar, se encuentra la educación en las escuelas, y he aquí la importancia de reflexionar en lo siguiente: ¿en manos de quiénes está la educación de nuestros niños y jóvenes?

Por tanto, es importante hacer énfasis en la palabra vocación cuyo significado hace referencia a “la inclinación, deseo o interés que una persona siente en su interior para dedicarse a un determinado trabajo”, es decir, es el objetivo de vida de cada persona. John C. Maxwell conferencista mundial, especialista en liderazgo y desarrollo personal expresa lo siguiente: “cuando encuentres el propósito en tu vida, encontrarás la pasión. Y cuando encuentres la pasión, ella le dará energía a tu talento para que puedas alcanzar la excelencia”.

El interés y la pasión de ejercer la labor docente debe nacer en el interior de cada persona y luego, a través de la capacitación y preparación continua ejercer la profesión siendo autodidactas, críticos y reflexivos en su actuar docente, pero sobre todo, siendo conscientes de su compromiso y de que su labor cumple un rol fundamental dentro de la sociedad.

Esta sociedad necesita docentes que amen su profesión, que más que un interés personal, su mayor satisfacción sea el forjar una sociedad con individuos formados integralmente en (valores, justicia, libertad, solidaridad, el bien común, maneras de relacionarnos con el mundo en que vivimos y con nosotros mismos). Nuestro país podrá seguir haciendo inversiones en materia de educación, tecnología e innovación, pero si los padres de familia y educadores no son conscientes del papel que juegan en la educación de los niños y jóvenes; nuestro país seguirá estancado en materia educativa.

Felicidades en este 1 de Diciembre Día del Educador, a todos los docentes de este bello país llamado Panamá, a aquellos que con vocación y amor dan lo mejor de sí en beneficio de los niños, niñas y jóvenes que son y formarán parte de las futuras generaciones de profesionales de nuestra sociedad.

Recuerda: ¡Somos seres llenos de posibilidades! “Si lo crees es posible, pero si trabajas en ello lo puedes lograr” Zuleimi Reyes

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